¿Qué es la bulimia nerviosa?

La bulimia nerviosa es un trastorno de la conducta alimentaria que se caracteriza por atracones recurrentes acompañados posteriormente de vómitos, uso de laxantes, etc., con el objetivo de no ganar peso. Estas personas están excesivamente preocupadas por el peso y que tienen baja autoestima.

Según estudios recientes realizados Unidos por la NEDA (National Eating Disorders Association) en Europa y Estados, 4 de cada 100 adolescentes sufren anorexia nerviosa.

La prevalencia de bulimia nerviosa es mayor que de la anorexia nerviosa. Es más frecuente en mujeres que en hombres y aparece habitualmente en la adolescencia tardía.

Síntomas de la bulimia:

  • Periodos de atracones recurrentes que consisten en comer una cantidad de alimentos superior a la media, acompañado de una perdida de control en la ingesta durante un periodo de tiempo determinado. Sensación que no se puede dejar de comer.
  • Algunos pacientes se sienten culpables y con ansiedad por la ingesta incontrolado de alimentos, lo que da lugar a conductas para evitar el aumento de peso como la provocación del vómito, el uso de laxantes, etc.

Causas de la bulimia nerviosa:

La obesidad en la infancia es un factor que se relaciona con mayor riesgo de bulimia nerviosa.

Los niños con síntomas depresivos y trastornos de ansiedad, también tienen más riesgo de desarrollar una bulimia nerviosa.

Las personas que sufrieron abuso físico y/o sexual, es más probable que desarrollen una bulimia nerviosa.

Las personalidades con baja autoestima y con un ideal de cuerpo delgado, es más probable que presenten síntomas de una bulimia nerviosa.

Tratamiento

En el tratamiento de la bulimia, es prioritario, restaurar o normalizar el peso y el estado nutricional de estos pacientes. Es decir, hábitos nutricionales saludables.

Tratamos todas las complicaciones médicas derivadas de la bulimia. 

Es necesario, una psicoterapia individual, con el objetivo de que el/la paciente, mejore la relación con su cuerpo, donde pueda establecer un diálogo de respeto y cuidado consigo mismo/a, y no de rechazo o autoagresión. 

Estos pacientes suelen tener dificultades en sus relaciones con los demás, de ahí, la importancia de desarrollar habilidades, no solo para mejorar la comunicación, sino también, para establecer vínculos de mayor intimidad

Con frecuencia, es necesaria la terapia familiar, que realizamos en nuestro centro, con el fin de resolver conflictos familiares que habitualmente existen en la familia de estos pacientes. 

Generalmente, es necesario, por lo menos al inicio, el uso de psicofármacos. 

 

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