Del mismo modo que no es apropiado curar los ojos sin la cabeza, ni la cabeza sin el cuerpo, tampoco es apropiado curar el cuerpo sin el alma (Sócrates, a.c.)

La hipertensión arterial es un problema de salud con una etiología múltiple. Existen tres categorías de aspectos a tener en cuenta:

  1. Los aspectos orgánicos
  2. Los aspectos relacionados con las conductas de riesgo asociadas a hábitos de alimentación, el consumo de alcohol y otras drogas, tabaquismo, y la ausencia de ejercicio físico.
  3. Los aspectos psicológicos, donde destacan los efectos de estrés sobre el sistema cardiovascular, así como, las características individuales de tipo caracterial (ira y hostilidad como rasgo de la personalidad) y emociones y respuestas negativas como la agresividad, la ansiedad o la depresión.

Tipología de la Hipertensión Arterial

  • La Hipertensión Esencial o idiopática, representa alrededor del 95% de los casos de Hipertensión Arterial y en la misma, no se encuentra una causa orgánica que la justifique. Se trata de la que más requiere tratamiento psicológico. Es necesario que el paciente comprenda porque no logra adquirir hábitos beneficiosos para su salud.
  • La Hipertensión Secundaria en la que hay una causa orgánica conocida, que nos ayuda a comprender la fisiopatología de la Hipertensión Arterial.

Aspectos psicosociales relacionados con el desarrollo y mantenimiento de la hipertensión arterial esencial

El estrés es una respuesta adaptativa de las personas para hacer frente a las exigencias del mundo interno y exterior, para los cuales los individuos tienen una serie de recursos determinados.

Cuando estas repuestas ante las situaciones que causan estrés son muy agudas y/o, recurrentes, esto puede dar lugar a consecuencias perjudiciales para la salud, ya sea a través de la aparición de un Trastorno psicosomático, complicando y dificultando los síntomas, haciendo más difícil entender la etiología de las enfermedades psicosomáticas.

El camino habitual en el que se refleja el estrés es el sistema nervioso simpático.

La vivencia del estrés conlleva una sobreactivación del Sistema Nervioso Simpático y del eje hipotálamo-pituitaria-glándulas adrenales, provocando una liberación de catecolaminas y cortisol y, por ende, conllevando a un aumento de la tensión arterial, de la frecuencia cardiaca, de la resistencia bascular periférica, así como, de los niveles de glucosa en sangre.

Factores relacionados con el control de la hipertensión arterial

1. Factores específicos relacionados con los pacientes, por ejemplo, factores sociodemográficos y socioeconómicos, creencias asociadas a la salud, factores clínicos o los efectos secundarios causados por los fármacos antihipertensivos

1.1. Factores psicológicos relacionados con el bajo control de la Tensión Arterial:

  • Rasgo de impulsividad,
  • Mayores niveles de expresión externa de la ira,
  • Mayor tendencia a experimentar tristeza, culpabilidad y desesperanza
  • Más situaciones estresantes

2. Factores específicos relacionados con el personal sanitario, por ejemplo, las actitudes relacionadas con el adecuado control de la HTA, la relación con el paciente o la falta de seguimiento de las recomendaciones de las guías clínicas.

3. Factores relacionados con los servicios sanitarios, por ejemplo, la facilidad para acceder a los servicios sanitarios, la relación con el personal sanitario etc.

Factores relacionados con el pobre control de la presión arterial

Los pacientes que tienen problemas para controlar sus niveles de Tensión Arterial con el tratamiento farmacológico presentan más dificultad en controlar sus deseos e impulsividad. Esta variable y sus manifestaciones (bajo autocontrol o la dimensión de la responsabilidad) ha sido relacionada con la adherencia al tratamiento médico de diferentes enfermedades y los hábitos de vida saludables.

Además, estos pacientes muestran mayor tendencia que los pacientes con un buen control de los niveles de Tensión Arterial, a expresar su ira de forma más agresiva y hostil, a sentir más tristeza, culpabilidad y desesperanza y a experimentar más situaciones estresantes. Por tanto, intervenciones psicológicas dirigidas a la modificación de estos factores psicológicos implicados de forma directa o indirecta podrían contribuir a mejorar el control de la HTA.

Los factores psicológicos pueden afectar al control de los niveles de Tensión Arterial y al tratamiento farmacológico por dos vías, por un lado, los factores psicológicos pueden estar relacionados con la etiología de la HTA, y, por otro lado, pueden afectar a la adherencia al tratamiento antihipertensivo.

Es evidente el papel directo del estrés en el desarrollo de la HTA, bien sea porque se manifiesta a nivel fisiológico (tensión muscular, Tensión Arterial alta) o en forma de emociones negativas (ansiedad, ira y depresión), o bien sea porque tienen una influencia indirecta a través de comportamientos asociados a las elevaciones de la Tensión Arterial (el sobrepeso, los hábitos alimentarios y de abuso de alcohol y tabaco).

Es necesario cambiar ciertos hábitos en el día a día para evitar la HTA:

  1. Aprender a medirse la tensión
  2. Comer más frutas y verduras y menos carne y embutidos
  3. Reducir la sal en los platos
  4. Moverse de forma regular
  5. Vigilar la cintura corporal
  6. Restringir la cantidad de alcohol
  7. Evitar el tabaco a toda costa
  8. Reducir el consumo de cafeína
  9. Huir de las situaciones estresantes
  10. Fomentar la relación con los demás

LA RELACIÓN DE PAREJA INFLUYE EN LA PRESIÓN ARTERIAL

Se ha demostrado que las personas casadas tienden a vivir más tiempo y a ser más saludables que sus pares solteros. Es debido, entre otros factores, a que las personas casadas tienen más probabilidades de tener a alguien que los “cuide” y que pueda advertir si están enfermos. El beneficio no es simplemente tener a alguien cerca, sino que la calidad de la relación es realmente lo importante.

Un estudio de 2015 realizado por la Universidad de Michigan siguió a más de 1300 parejas de más de seis años de relación y encontró que las relaciones muy conflictivas pueden afectar la salud cardiovascular.

Cuando una mujer está estresada, según la investigación, la presión arterial sistólica de su marido tiende a subir. Además, si los cónyuges piensan que el matrimonio no va bien, la presión arterial del marido aumenta aún más.

El efecto fue diferente para las esposas: sus lecturas de presión arterial fueron mayores si la relación iba mal. Pero si sus maridos expresaban que tenían más estrés, la presión arterial de ellas tendió a disminuir.

¿Por qué esta relación inversa? Los hombres, en general, suelen depender del apoyo de sus cónyuges, pero cuando ellas están experimentando altos niveles de estrés, no pueden proporcionar ese apoyo.

Las esposas, por el contrario, encuentran ese apoyo a través de una red más amplia de fuentes, por lo que, si su cónyuge es incapaz de ofrecerles auxilio, tienen más lugares a donde acudir.

En las parejas con una cantidad significativa de interacción negativa, así como positiva, su presión arterial fue más alta que quienes confesaron que sus relaciones de pareja eran gratificantes.

Es necesario un tratamiento psicológico individualizado para superar adecuadamente estos factores psicológicos que contribuyen en la etiología y el mantenimiento en la Hipertensión Arterial.

Dr. José Díaz Morfa.

Psiquiatra-Psicoterapeuta

 

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